¿Cómo puedo descubrir y desarrollar las pasiones de mis hijos?

Desde pequeños, los hijos nos muestran “pincelazos” de lo que son… y de lo que podrían llegar a ser, y cuando empezamos a identificar esto, nos preguntamos ¿Cómo puedo descubrir y desarrollar las pasiones de mis hijos?, para esto te preparamos esta información que puede ser de gran ayuda.

En medio de juegos y tareas, tu hijo empezará a desarrollar habilidades y pasiones que tú como padre deberías aprender a reconocer para, de ahí en adelante, alentarlo y apoyarlo para así entonces irlo ayudando a perfilar su futuro y sus sueños.

No se trata de decidir desde temprana edad un futuro camino para tu pequeño; pues eso sería imponerles oficios, aficiones u ocupaciones que quizás no sean realmente de su agrado, se trata más bien de ir alimentando e identificando esos talentos (inherentes o adquiridos) con el propósito de acompañarlos en su formación de vida, ya sea que dichas habilidades cambien, se transformen o se consoliden con el paso de los años.

Lo primero que debes tener en cuenta como padre es que esto es un proceso que requiere de tiempo, paciencia, observación y, claro está, de mucha comunicación con tu hijo.

En su pequeña mente pueden aflorar y evidenciarse muchos campos formativos o habilidades que podrían ser simplemente caprichos o gustos pasajeros, por lo tanto, acá la clave radica en que aprendas a identificar la recurrencia o permanencia en el tiempo de dichas manifestaciones.

Una manera práctica de empezar a descubrir esas habilidades de tu hijo, es sentarse a conversar con él o con ella en sus diversos momentos del día. Por ejemplo, a la hora de las tareas, irás notando qué materias son las que más fácilmente desarrolla y con cuáles puede llegar a tener mayor dificultad, lo cual te irá dando ya un indicio de ciertas habilidades cognitivas y de desempeño en tu pequeño.

Debes observar muy bien sus reacciones faciales y emocionales, su lenguaje corporal y su manera de expresarse frente a ciertos temas.

Obsérvalo jugar, estudiar o interactuar con sus amigos en sus ratos libres. Comparte con él diversos momentos de cultura, ciencia, arte y deporte y anímalo a que te cuente sus opiniones al respecto.

Recuerda que, sin importar el área del conocimiento que tu hijo quiera explorar, puede que al principio no lo haga del todo bien, lo cual no significa que se deba descartar de entrada dicha área.

No olvides tampoco alentarlo constantemente a encontrar sus pasiones, siempre que te manifieste algún interés, motívalo por ello y conversen al respecto. Enséñale el valor de la constancia y la importancia de asumir las derrotas y de no darse por vencido.

En la medida de lo posible, inscríbelo en clases de su interés (lecciones de piano, pintura, deportes, etc.). No desesperes si en el proceso ambos se dan cuenta de que no era el área donde podría explotar todas sus habilidades, no lo juzgues ni seas muy severa, recuerda tu propia niñez y la manera en que te sentías al tratar de explorar esos campos en tu propia vida. Usa al máximo la comunicación, la observación y el sentido común con tu pequeño.
Por último, deja de lado tus intereses y no proyectes en tu hijo lo que quizás alguna vez quisiste hacer pero que por una u otra razón no pudiste hacerlo… tu pequeño tiene su propio camino y tú estás ahí para ayudarlo a encontrarlo y para que lo recorra de la manera más sana y adecuada.