¿Cómo hacer para que mi hijo aprenda a manejar la frustración?

Cada vez que dicto un *taller de crianza (disciplina Positiva) se acercan las mamás y papás ilusionados con la fórmula mágica para que sus hijos aprendan a manejar su frustración. Me cuentan cómo sus hijos menores de cuatro años los manipulan** y cómo hoy en día los niños se han convertido en tiranos; a lo que el silencio es mi mejor respuesta.

Si bien no hay fórmulas mágicas, sí hay muchas cosas que como padres y modelos de nuestros hijos podemos hacer.

Lo primero que me atrevo a cuestionar es cómo manejamos la frustración nosotros los adultos; yo me he encontrado muchas veces sin herramientas, perdiendo la paciencia, levantando la voz y queriendo salir corriendo. Es justo ahí en esos momentos donde nuestros hijos  aprenden de primera mano qué se hace cuando se pierde el control.

Si, lo primero es que nosotros tengamos herramientas para manejar la frustración, antes que enseñarle a ellos, debemos tener claro que quiénes somos los adultos y llevamos años “practicando” el autocontrol somos nosotros y por esto debemos ser dignos de modelarlo.

Una vez nos hacemos cargo de nuestra propia frustración y elaboramos todos los sentimientos que la acompañan como parte de este proceso, entonces podemos empezar a darles herramientas  dirigidas (no solo modeladas) a los niños.  No sin antes tener muy presente que estamos con niños; que necesitan sentirse amados, queridos y parte importante de … También necesitan moverse, se ensucian por su deseo de explorar, las jornadas largas son difíciles para ellos y seguir órdenes todo el día invita a la rebeldía a grandes y pequeños.

Acá te doy diez herramientas para que trabajes de  la mano con tus hijos:

No negar las emociones, ponerles nombre y aceptarlas como lo que son: emociones, ni buenas ni malas.

Darles herramientas para elaborar esas emociones, decir “no llores más” no ayuda, debemos decir algo que le permita hacer para dejar de llorar. ¿en que te puedo ayudar para que te calmes? ¿Quieres un vaso con agua? Si quieres respiramos juntos; darles opciones para llegar a la calma es una buena forma de enseñarle a los niños qué hacer cuando están en este estado.

Validar el sentimiento de la otra persona . Entiendo que estés bravo por ese juguete, a mi tambien se me perdió muchas veces mi juguete pero tuve que aprender a ser más cuidadosa. ¿quieres un abrazo?, si quieres te acompaño mientras lloras.Ponerle nombre a los sentimientos, ayudarle a verbalizar lo que ellos o son capaces de hacer.

Preguntar y no dar órdenes. ¿Qué crees debes hacer para que tu cuarto esté listo?, ¿Qué debemos hacer con los platos después de comer?

Tener una rueda de opciones para cuando perdemos el control. Hacer un círculo con opciones para elegir en el momento de vulnerabilidad: Ir a mi cuarto, tomarme un vaso con agua, respirar diez veces seguidas, etc.

Tener rutinas

Reparar el vínculo: reconocer cuando nos equivocamos, pedir perdón

Hacer acuerdos: debemos acostarnos a las 7:00 pm ¿qué te gustaría hacer antes de acostarte? ¿te parece si acordamos hacer esto siempre para poder cumplir la hora de dormir?

Poner límites previamente acordados y con anticipación

Vamos a ir al parque pero mamá solo puede estar en el parque hasta las 3 pm, yo se que a ti te gustaría estar más tiempo pero en esta oportunidad no voy a poder. ¿qué se te ocurre podemos hacer para ir a divertirnos en el parque y salir a la hora que mamá necesita? A mi se me ocurre poner la alarma quince minutos antes de las tres para recordarnos que nos queda poco tiempo. Quiero que sepas que vamos a ir pero necesito de tu ayuda y que cumplas lo que acordamos.

Anticiparnos

Hoy vamos donde la abuela, después nos comeremos un helado y después volvemos a casa.